He llegado a Vigo, tarde en la noche. Era solo una pernocta
en un lugar extraño.
Salí a caminar por los alrededores en busca de algo de comida.
Sin hambre pero con la convicción que no tendría otra opción mas adelante y que, no hay nada peor que no tener nada que comer para pasar la
ansiedad.
Un modesto bar con sus visitantes habituales, me ofrecía
pizza y cerveza. Ya casi cerraba.
Al regresar a la habitación, el sueño se negaba a acompañar
a mi cansancio. Vigilia y cansancio pretendían permanecer firmes a lo largo de
toda la jornada nocturna. En un intento de engaño a ambos, saque mi cámara del
estuche y a pesar de la poca luz, decidí tomar unas cuantas fotos.
A pesar de una vista taciturna, dispare varías veces mi cámara
hasta que una imagen incompleta de un letrero de “Hotel” se coló en mi lente.
Realmente capté la palabra “Hot” y no hotel como puedo notar cada vez que veo
la imagen. Sin embargo, mi cansancio no me permitía ver la misma como algo
diferente a una cama donde plantar mi cuerpo cansado.